Aumentan los asesinatos en Perú mientras las trabajadoras del sexo se enfrentan a la violencia y la extorsión

Las trabajadoras sexuales estamos afrontan una situación terrible de violencia física, asesinatos, secuestros, extorciones, la salud mental, económica y sexual. Es por eso que nuestra organización ha venido luchando contra la violencia, haciendo incidencia ante las autoridades como el ministerio de la mujer, la defensoría del pueblo, el ministerio del interior, sedes municipales y policiales.

Desde que se inició la pandemia por la COVID – 19, nos vimos invisibilizadas por el estado. Aunque en un mensaje a la nación el ministro de salud nos mencionó a las trabajadoras sexuales, pero solo era figurar ya que durante la pandemia se incrementó la violencia hacia las trabajadoras sexuales peruanas e inmigrantes. Nuestras compañeras fueron obligadas a desalojar sus viviendas, les cortaron la luz y el agua por falta de pago. Nuestras compañeras no podían soportar ver a sus hijos de hambre y en la calle, así que salieron a trabajar exponiéndose a la COVID-19 y los cobros de cupos, la policía las intervenía en diferentes lugares, llevándolas a la comisaria supuestamente como debía ser el proceso regular. Pero Las llevaban al estadio nacional, las hacían pernotar amenazándolas que tenían que pagar el examen de la prueba de la covid-19, el pago de la multa por transitar en la vía pública durante el toque de queda según el Decreto Legislativo 1458, y estas multas eran desde los S/ 88.00 soles hasta los S/ 440.00 soles y el cariño monetario que le teníamos que dar al capitán para que las dejara salir pronto. Por lo que nuestras compañeras llamaban a la organización para pedir ayuda, ya que tenían niños pequeños y deseaban volver a casa. Que no contaban con los recursos para pagar por su libertad, como organización solicitamos a instituciones la ayuda para pagar las pruebas de la COVID-19 y las multas.

Es por eso que hicimos incidencia ante el ministerio de la mujer, ante el ministerio del interior, ministerio de inclusión social, y la defensoría del pueblo, para denunciar y pedir justicia por nuestras compañeras. Es por eso que creamos nuestra casa de acogida, llamada ‘‘El Jardín de las Rosas’’ donde se quedan cuando no tienen un lugar a donde ir. Realizamos talleres de empoderamiento, sobre derechos humanos, medios digitales, y terapias psicológicas. La crisis de la COVID-19, los conflictos políticos, los asesinatos y abusos de autoridad son cada vez peores. Recibimos el apoyo de organizaciones internacionales para brindarles a nuestras compañeras, víveres, kits de medicina, y la preparación de ollas comunes para ellas y sus niños.

En el año 2018 al 2019 asesinaron a 7 compañeras trabajadoras sexuales, que fueron encontradas con marcas de estrangulamiento y apuñaladas. Entre los años 2020 y 2021 asesinaron a 8 compañeras más, a causas de la covid-19 fallecieron 19 compañeras trabajadoras sexuales. Y del 2022 hasta lo que va de este 2023 vamos una cifra alarmante de 17 compañeras trabajadoras sexuales asesinadas, y esta cifra sigue en aumento. Matan a balazos a nuestras compañeras y para amedrentarnos más nos envían videos de como las asesinan para tenerles miedo. Asesinan a mujeres trabajadoras sexuales cis y transgénero sin piedad, las mafias siguen creciendo y las autoridades se siguen negando a protegernos. Tenemos compañeras trabajadoras sexuales que han sido secuestradas, por las cuales nos cobran si queremos su liberación. No queremos ser una cifra más en esta estadística de feminicidios.

Hacemos lo posible para calmar a nuestras compañeras. Sin embargo, son amenazadas, torturadas, llegan ensangrentadas, moreteadas, suplicando ayuda.

Las autoridades policiales y autoridades municipales comenzaron desde este 21 de febrero las redadas para detener a trabajadoras sexuales de Jr. Zandia, Grau, Gálvez, y Lampa del Centro de Lima, al igual que en Lince y otros distritos. Para exigirles durante la intervención su constancia médica, de no contar con una serán llevadas a las comisarías y transferidas al centro de salud para hacerle los exámenes de VIH/SIDA e ITS. Nosotras como organización rechazamos este tipo de actos de violencia porque consideramos que es un retroceso total, que vulnera los derechos humanos de las trabajadoras sexuales. El día 22 de febrero se realizó una marcha en el Centro de Lima, en la cual exigimos justicia por nuestras compañeras fallecidas. Durante la marcha informaron a nuestra organización, que habían enviado a personar amenazar a quienes se estuvieran pronunciando.

No callaremos nuestra voz, ante la injusticia, el maltrato y la indiferencia del estado, no dejaremos que las muertes de nuestras compañeras asesinadas queden impunes. Nuestras compañeras ya no están, pero seguiremos luchando por nosotras y por nuestra s muertas.

¡NOS QUEREMOS VIVAS!