Las trabajadoras sexuales estamos afrontan una situación terrible de violencia física, asesinatos, secuestros, extorciones, la salud mental, económica y sexual. Es por eso que nuestra organización ha venido luchando contra la violencia, haciendo incidencia ante las autoridades como el ministerio de la mujer, la defensoría del pueblo, el ministerio del interior, sedes municipales y policiales.